Lou Reed: El cronista de la complejidad humana
16/02/2025
Lou Reed (1942-2013) fue un músico, poeta y compositor estadounidense, considerado una de las figuras más influyentes del rock. Como líder de The Velvet Underground, revolucionó la escena musical de los años 60 con un sonido crudo y letras que exploraban la vida urbana, la sexualidad y las adicciones, temas poco abordados en la música popular de la época. Tras su paso por la banda, emprendió una carrera solista que lo consolidó como un artista vanguardista, creando discos icónicos como Transformer (1972) y Berlin (1973). Su legado trasciende la música: fue un narrador de lo marginal, lo prohibido y lo contradictorio de la condición humana.
Lou Reed fue, dentro del universo del rock, un observador único de la complejidad humana. En su vasta discografía, dejó un mapa sonoro que explora temas como la identidad, la marginalidad, el amor y la libertad, combinando estos elementos en un collage musical que aún sigue siendo relevante. Según el periodista y escritor Walter Lezcano, quien lo analiza en su libro Por qué Escuchamos a Lou Reed, el artista neoyorquino construyó puentes invisibles entre su obra y sus seguidores. Este vínculo no se limita solo a la música, sino que invita a la audiencia a un mundo donde se relatan historias vividas por unos y desconocidas por otros. Lou Reed no sólo narraba historias de marginalidad y deseo, sino que las convirtió en himnos. Su música, a menudo oscura y provocadora, fue un refugio para quienes buscaban un espacio de libertad en una sociedad que los etiquetaba o reprimía. Canciones como Perfect Day o Walk on the Wild Side no solo cuentan historias, sino que despiertan sensaciones de nostalgia, deseo, soledad o rebeldía en sus oyentes.
Lezcano señala que la magia de Reed radica en su capacidad para conectar con su público a través de letras que no buscan ser comprendidas de manera convencional, sino que plantean un acceso a experiencias marginales y radicales. Desde historias de adicciones hasta exploraciones sobre sexualidades disidentes, su música se convierte en un refugio para aquellos que buscan romper con los límites impuestos por la sociedad. Esta conexión, según Lezcano, es posible gracias a la habilidad de Reed para combinar el sonido y el mensaje de una manera única, utilizando la música popular para abordar temas fuera del común.
Lou Reed fue, dentro del rock, un cronista de la complejidad humana y, en ese mapa recorrido a través de sus canciones, fijó un marco de relaciones entre la identidad, la marginalidad, el amor y la libertad.
Walter Lezcano, periodista y autor de varios libros sobre música y cultura urbana, reflexiona sobre la compleja figura del artista neoyorquino y el impacto que tuvo en su audiencia. Según el escritor, Lou Reed, estableció puentes entre su obra y sus seguidores. Esta comunicación plantea una interpretación y un acceso por parte de los oyentes a un mundo de historias vivenciadas por muchos y desconocidas por otros.
Lezcano destaca que el impacto cultural de Lou Reed se debe también a su capacidad para retratar escenas de la vida marginal, casi como un ejercicio de antropología urbana. Su formación académica en Letras en la Universidad de Siracusa le permitió desarrollar una narrativa que lo convirtió en un observador único de la condición humana. El periodista propone, en este sentido, tomar el concepto de “expedicionario” al referirse a la figura de Lou Reed, porque su obra plantea un deseo constante de escapar de cualquier institución establecida, ya sea la familia, la normalidad de la conciencia o la sexualidad normativa. Agrega al respecto: “Esta experiencia en el arte es donde Lou Reed encuentra la posibilidad de correrse de cualquier opresión, sujeción y respeto a la autoridad.”
Lezcano retoma el concepto de “expedicionario” para describir a un Lou Reed en constante tránsito entre la educación formal y el mundo subterráneo de Nueva York. Su vida fue un viaje permanente entre distintos espacios y cada uno de ellos alimentó su arte con nuevas historias y sonidos.
Estos márgenes representativos de la obra de Lou Reed, para Lezcano, son fluctuaciones respecto a su sexualidad. Y con respecto a esto agrega: “no buscaba ser comprendido en términos convencionales, sino poner en circulación sus historias a través de la música. Para él, la canción pop o rock –con su simpleza melódica y estructura accesible- era el vehículo perfecto para hablar de la sexualidad disidente y del deseo sin restricciones. Su obra escapaba de la moralidad impuesta por la sociedad creando un espacio libre de normas eclesiásticas o discursos conservadores”.
Lou Reed no llenaba estadios, pero ninguna radio del circuito comercial deja de incluir en su musicalización alguna canción de él, porque, más allá de las diferencias idiomáticas, las personas disfrutan de sus canciones, marcadas por diferentes capas de sonido. En cuanto a esto, Lezcano agrega: “Lou Reed posee una capacidad creadora de sonidos agradables, de estribillos seductores y de texturas sonoras, tal como lo hace en Walk on the Wild Side (disco Transformer).”
Lezcano afirma que la relación que establece Lou Reed con el oyente, a través de su línea lírica, utiliza elementos que permiten consolidar la interpretación más allá del idioma. Estos elementos se pueden identificar en el disco Transformer, porque allí aparece la estrategia de puntos de conexión a través de una cierta lectura entre líneas. Pero también existe una conquista con aquel oyente exento de conocimiento sobre lo que canta el autor o narra, a partir de su forma de instrumentar sus canciones y la construcción de una leyenda en su persistencia en el tiempo, lo que genera un territorio común.
Lezcano dice que las letras de Lou Reed poseen una contundencia, un impacto y una trascendencia que lo posicionan en “la vereda de enfrente” a las convencionalidades sociales, como todo un acto político.
En los últimos años de su vida, Lou Reed se volcó a una búsqueda personal que iba más allá de la música. Descubrió en el Tai Chi Chuan un nuevo camino, una forma de trascender el cuerpo y el caos que marcaron sus primeros años. “Después de haber tenido salud para gastarla y un hígado para destruirlo, buscó también trascender la carne, trascender lo terrenal”, señala Lezcano.
A lo largo de su carrera, Reed fue más que un músico: fue un narrador de lo prohibido, un explorador de los márgenes y un testigo de la crudeza de la vida urbana. Su legado no solo perdura en sus canciones, sino también en la forma en que desafió las normas, transformando la música en un territorio de libertad. Hoy, décadas después, sus letras y melodías siguen resonando en aquellos que buscan en el arte un refugio para lo que la sociedad aún no sabe nombrar.
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Walter Lezcano nació en Goya, provincia de Corrientes, Argentina, en 1979. Se crió en la localidad de San Francisco Solano. Es escritor, poeta, ensayista, periodista freelance y docente de secundario. Descubrió su interés por la literatura en la casa de su padrastro, leyendo alguno de sus libros, y supo que él también deseaba contar historias. Ha publicado más de veinte títulos, entre novelas, cuentos y poemarios, la mayoría en editoriales independientes. Autor de “Por qué escuchamos a Lou Reed” (Gourmet Musical, 2020). Ensaya sobre las influencias literarias de “El Rey de Nueva York” -tal como lo definió David Bowie– y en cómo impactaron en su vasto legado musical.
Redacción: Elena Abaca Licenciada en Comunicación Social, su tesis para ser Licenciada se basó en la obra de Lou Reed.
José Luis "el alemán"Herrera
Me encantó el artículo acerca de este narrador y fundador de territorios por fuera de los estereotipos “de la manada”en este caso del rock.Un constructor inigualable de universos armónicos y poéticos que hablan de otra cosa…de eso de vivir tal vez, para siempre en el misterio.