Sacate la Gorra: Oasis el karma de García por vivir al sur

02/09/2024

Nunca me animé a decirte nada, nunca me animé a mostrar mi amor.

Era adolescente y leí a Richard Coleman decir que García era el viejo rock, que lo nuevo eran ellos. La música de Los Violadores, Sex Pistols, V8 y todo lo que llegaba de Manchester me había quemado la cabeza, por eso, no escatimé a mis escasos 14 años ir a esperar a García cuando llegaba al hotel que tenía reservado el artista previo concierto en la ciudad de Santa Fé, para insultarlo. Por suerte, mis gritos no se escucharon porque si no mi destino final hubiera sido otro. Pero en esta de ser un típico ser, en la ruta del tentempié, unos meses más tarde, es decir, a comienzos de 1986, García convoca a los integrantes de Fricción (Richard Coleman en guitarra, Christian Basso en bajo y Fernando Samalea en batería) más Andrés Calamaro en teclados, para conformar su nuevo grupo, al que bautizó Las Ligas. Lamentablemente, el proyecto terminó mucho más rápido de lo que García había pensado porque en noviembre de ese mismo año, Coleman, Basso y Calamaro desertaron poco antes de que comenzara el proceso de composición de las canciones de Parte de la religión.

Tres años antes, es decir, en 1983, mientras todos andaban con el disco Clics Modernos bajo el brazo, yo tenía el de Agujero Interior de Virus. El álbum que sí le cambió el sonido a la vuelta de la democracia. Hablaba con mis amigos mayores de como los hermanos Moura vivientes habían hecho de una tragedia, una oda a la felicidad. Les hacía escuchar, “Ellos nos han separado”, firmada por Federico Moura y Roberto Jacoby. La letra trata sobre la desaparición forzada de Jorge, el mayor de los hermanos Moura.

Happy and real

El 29 de abril de 1991, salía a la calle Tango 4. Dice Wikipedia: “En 1991 García -de 39 años por entonces- fue internado por primera vez por sus problemas de adicciones. Sin embargo, el músico tenía que cumplir su contrato de grabar otro álbum. La forma de hacer terapia de García fue convocar a Pedro Aznar -31 años en esa época-, bajista prodigio de Serú Girán. Tango 4 salió con mucha publicidad, fue un éxito de ventas y no tuvo presentación en vivo oficial. Meses después de su lanzamiento ya estaba en marcha la reunión de Serú Girán”.

En este mismo año, es decir, 1991, comenzaba a gestarse Oasis. En Manchester, Inglaterra, una banda inicialmente llamada The Rain, conformada por Paul ‘Bonehead’ Arthurs (guitarra), Paul ‘Guigsy’ McGuigan (bajo), Tony McCarroll (batería) y Chris Hutton (vocalista y teclados), empezaba a dar sus primeros pasos. A esta se le sumó Liam Gallagher en voz y tiempo más tarde, Noel Gallagher. Fue Liam el que la bautizó como Oasis.

Definitely Maybe, la hija de la lágrima

Un breve paneo en Google, el buscador al que recurre la mayoría de la gente dice:

La Hija de la Lágrima es el séptimo álbum de estudio en solitario del músico argentino Charly García. La muy publicitada ópera-rock fue lanzada el 30 de julio de 1994. Como tal, este trabajo incluye muchos pasajes instrumentales y de virtuosismo. – Al 96% le gustó este álbum.

Definitely Maybe es el álbum debut del grupo británico Oasis, publicado en agosto de 1994 por Creation Records. Oasis – Fecha de publicación: 29 de agosto de 1994 – Al 98% le gustó este álbum.

Viendo las estadísticas, están cabeza a cabeza, pero, La hija de la lágrima, la ópera rock de García, pasó sin pena ni gloria. Lo bueno que deja este disco, fue la controversia entre dos críticos de música. Pablo Schanton y Sergio Marchi. En el diario Clarín, ambos escriben dos miradas opuestas sobre este disco. Es digno hacer saber que Marchi, quien no es santo de mi devoción, después reconoce que se equivocó en su apreciación inicial. Este es el verdadero trabajo de un crítico. Volver a escuchar y replantearse las expresiones vertidas en un momento dado.

Pablo Schanton escribió: “Pocos se animan a confesar que al final los casi setenta minutos de La hija de la lágrima aburren porque el contenido musical hace agua, las letras no aportan nada nuevo, el concepto general no se entiende y las desafinaciones apenas son perdonables. ¿No será más sano ser seguidores críticos que fanáticos ciegos? Seamos un poco más críticos con su obra. Quizás así logremos que Charly no se convierta tan precozmente en Salieri de sí mismo”.

Como contrapartida, Sergio Marchi hizo una columna que decía: “La hija de la lágrima se presenta como una obra de belleza casi clásica. Aquellos que aguardaban el tropezón final de un genio deteriorado por una vida intensa no pudieron pegar el tarascón final para anunciar su caída, porque la enormidad de la ópera impone respeto. No por el tamaño sino por la calidad”.

Años después, consultado por Di Pietro, Marchi admitió: “En retrospectiva Schanton tuvo más razón que yo: La hija de la lágrima no es un gran disco. Es un disco fragmentado”.

El 5 de abril de 1994, en Seattle, Washington, Estados Unidos, el electricista Gary Smith, encuentra un cuerpo en la casa del músico Kurt Cobain.  Lo primero que pensó es que se trataba de un maniquí, pero en realidad era el líder de Nirvana que se había pegado un escopetazo. García llegó al sonido Nirvana mucho antes que Spinetta, incluso se había pintado el pelo de amarillo, en homenaje al músico suicidado.

A fines de agosto, cuando el álbum de Oasis, empezaba a cambiar el sonido de una generación, Gran Bretaña se rendía a los pies de estos hermanos salidos de una casa de clase trabajadora y al mismo tiempo comenzaba la gran pelea con Blur, como en tiempos de Beatles vs Rolling Stones, García llama a una conferencia de prensa, en el Morocco, un conocido bar de esa época para anunciar la presentación de La Hija de la lágrima.

Los conciertos fueron el 15, 16, 17 y 18 de septiembre en el Teatro Opera, con varios contratiempos en las presentaciones. Cuando finalizaron los mismos, el músico volvió a su casa y estuvo varios días sin dormir. Una semana después, ingresó en la Clínica Aghalma, donde estuvo internado un mes.

“I live my life in the city. There’s no easy way out. The day’s movin’ just too fast for me. I need some time in the sunshine. I gotta slow it right down. The day’s movin’ just too fast for me. I live my life for the stars that shine. People say it’s just a waste of time. Then they said I should feed my head. That to me was just a day in bed. I’ll take my car and drive real far.  You’re not concerned about the way we are. In my mind my dreams are real. Now you concerned about the way I feel. Tonight, I’m a rock ‘n’ roll star. Tonight, I’m a rock ‘n’ roll star”. Rock ‘N’ Roll Star – Oasis

Así como los Sex Pistols habían acabado con el rock sinfónico, empezó el hazlo tú mismo y vinieron tiempos de no virtuosismo y más corazón, Oasis al igual que Nirvana comenzaba una nueva reformulación del punk. El sonido de guitarras se apoderaba de las programaciones musicales de la radio y la banda de los Gallagher era una maquinaria de hacer hits. Eran los comienzos de los 90. Estaba Carlos Saúl “Primero de Anillaco” en la presidencia de nuestro país. Al igual que el riojano y su gente, robaron, pero hicieron. Las referencias musicales a temas ingleses anteriores son infinitas, pero nadie le quita valor a ese álbum debut.

Excava tu alma

Dig Out Your Soul fue el octavo álbum de la banda, lanzado el 6 de octubre de 2008.  El 28 de agosto del 2009 y luego de una discusión en camarines entre los hermanos Gallagher, se canceló un show en el festival Rock en Seine y así concluyó la primera etapa de Oasis.

El 23 de octubre de 2009, día de su cumpleaños 58, Charly García volvió a los escenarios bajo una lluvia torrencial, en el estadio José Amalfitani, Buenos Aires, Argentina.

“Este es el primer concierto subacuático del mundo”. Esta frase usó Charly García la noche en la que volvió a subirse a un escenario tras superar los graves problemas de salud que lo tuvieron alejado de los mismos durante gran parte de la primera década de este siglo.

A Charly lo acompañaban Hilda Lizarazu, en voces; el “negro” Carlos García López, en guitarra; el “zorrito” Fabián Quintiero, en teclados; y el trío de chilenos compuesto por Kiushe Hayashida, en guitarras; Carlos González, en bajo; y Tonio Silva, en batería.

Charly se puso un poncho en homenaje a Mercedes Sosa y lanzó frases que provocaron risas de las casi 40.000 personas que se hicieron presentes: “Say no more es impermeable”, “yo quería hacer música abajo del agua” y “no llueve, escupen” fueron algunas de ellas. Promediando el concierto, les agradeció a los fans que le cantaron el feliz cumpleaños con un “ustedes se bancan todo”.

Rezo por vos

Así como los hermanos Gallagher tuvieron épocas de amor y odio, entre Charly y Luis Alberto Spinetta sucedió lo mismo.

 “La pelícana y el androide”, la canción que Charly grabó en “La lógica del escorpión”, fue compuesta por Luis Alberto Spinetta en 1984, como parte de uno de los proyectos más ambiciosos de la música argentina que debía culminar con un disco espalda contra espalda con García. Pero pasaron cosas y la mitología en torno al abrupto final del sueño de toda una generación rockera incluye imágenes de ceniceros arrojados, egos cruzados, cortinas en llamas y una disputa entre los héroes del rock nacional que abrió una herida que tardó demasiados años en cicatrizarse.

De aquellos fugaces pero ardientes encuentros surgieron temas como “Rezo por vos” (luego ambos grabaron y publicaron sus respectivas versiones: Spinetta en Privé, de 1986, y García en Parte de la religión, de 1987, “Una sola cosa” (también incluida en Privé), “Hablando a tu corazón” (en 1986 publicada en Tango, el disco de Charly junto a Pedro Aznar) y “La pelícana…” (Privé).

“Miles de tormentas, asolaron las comarcas, y nos quedamos viendo, en la ventana, de aquel amor que fue tan fuerte… Ave de Indochina, perdida en la niebla de alta mar, ya no te alejes de tu amor, aunque ya sepas, que él solo es un androide”. La pelícana y el androide. Luis Alberto Spinetta.

So I start a revolution from my bed

Un dato que se me pasó por alto en el texto de Excava tu alma, es que en “El concierto subacuático”, nombre con el que quedó registrado, en el momento que García presentó a Spinetta para hacer juntos, Rezo por vos, fue cuando se vino el diluvio. A veces, los astros del cielo, les juegan una mala pasada a sus pares terrenales.

Volviendo a la cama que va al living, desde hace mucho tiempo se viene hablando del nuevo disco de Charly García.  Por suerte, la compañía discográfica lanzó como fecha de salida de La lógica del escorpión, el 11 de septiembre de este 2024, unos días antes que Oasis anunciara su vuelta. La excitación generada por el disco del ex bigote bicolor, quedó a segundo plano después del revuelo que generó la vuelta de los hermanos Gallagher. Ya nadie habla de la lógica, sino que todos están sedientos de poner los dígitos del plástico en la página que anuncie la fecha de los conciertos en Argentina.

Un solo dato, extraído de la entrevista que el periodista Sebastián Ramos le realizó a Charly García para la revista Rolling Stone. En la nota, Ramos dice que el músico no contestó todas las preguntas y no dice en la forma en que lo hizo.

“Charly García, a los 72 años, eligió la fábula del escorpión y la rana de Esopo para conceptualizar su nuevo álbum, La lógica del escorpión. Dicen que “el Artista” —como lo llama cariñosa y respetuosamente su amigo y viejo compañero de ruta Fernando Samalea—, se apropió de la idea del fabulista griego luego de ver Mr. Arkadin, película de Orson Welles de 1955. Tirado en su cama, en el departamento de Coronel Díaz, en plena pandemia, a Charly le brillaron los ojos al ver al mismo Welles interpretar el papel del magnate Gregory Arkadin, con un vaso y un puro en la mano, contando la anécdota del escorpión y la rana frente a un grupo de aduladores.

“Ahora voy a hablarles de un escorpión: este escorpión quería pasar el río y le pidió a la rana que lo llevara.

—No —dijo la rana—. Si te dejo que te subas a mi espalda puedes picarme y la picadura de un escorpión es mortal.

—Vaya —replicó le escorpión. —¿Dónde está la lógica de tus palabras? Los escorpiones siempre tratan de ser lógicos: si yo te pico, tú mueres y yo me ahogaré.

Al oír estas palabras la rana quedó convencida y permitió que el escorpión se subiera encima de ella, pero cuando estaban en el medio del río sintió un dolor terrible y se dio cuenta. Pese a todo, el escorpión la había picado.

—¡Lógica! —gritó la rana moribunda cuando comenzó a hundirse, arrastrando al escorpión bajo las aguas. ¡No hay lógica en esto!

—Lo sé —respondió el escorpión. Pero no he podido evitarlo, es mi carácter.

Bebamos por el carácter”, dice el comienzo de la nota.

Take that look from off your fase. ‘Cause you ain’t ever gonna burn my heart out

El 30 de julio de este 2024, se cumplieron tres décadas del lanzamiento de “La hija de la lágrima”, la ambiciosa ópera-rock de Charly García.

“La hija de la lágrima” salió en 1994 y la idea del álbum conceptual venía dando vueltas en su cabeza hacía tiempo, desde que en 1992 vio una escena de dos mujeres peleándose en la rambla de Barcelona, donde una gritaba “¡Tú no me puedes lastimar ni hacer nada, porque yo he sufrido mucho y soy la hija de la lágrima!”. Desde entonces anticipó en varios reportajes que quería hacer una ópera-rock y repetía esa frase. Es decir, espero no equivocarme, pero en este loop que está inmerso el rock argentino, en el que cantemos una que sepamos todos, si la historia se repite, “La lógica del escorpión”, puede tener el mismo final que “La hija de la lágrima”.

Desde “Como conseguir chicas”, el quinto álbum de estudio de García, que salió a la luz el 16 de febrero de 1989, que el músico no saca material que pueda superar los 8, 9 puntos. Pero, como hablé una vez, con el crítico, Alfredo Rosso, no hay que quitarle el mérito a García, que a pesar de sus bajones supo leer la realidad de nuestro país y aportó hits que fueron quedando en el imaginario popular. Por lo pronto, espero verlos sentados a una mesa, donde vamos a hablar sobre la obra de Charly García. Cuando tenga la fecha, se los haré saber. Si llegaron hasta acá, les digo: say no more and remember:

“…please don’t put your life in the hands

Of a rock and roll band

Who’ll throw it all away…” Don’t look back in anger – Oasis

Texto: Carlos Rolando

Diseño y correcciones: Sandra Peralta