Juana Molina dice: “Adiós, Halo. Abur, Halo. ¡Hasta la vista, Halo!”
27/11/2024
El domingo 8 de diciembre, 20 horas, en Club Paraguay (Marcelo T de Alvear 651), Juana Molina cierra una etapa despidiendo su último disco de estudio, Halo, tocándolo completo, entero, por primera y única vez en una serie de shows junto al baterista Diego López de Arcaute.
Publicado en mayo de 2017, Halo es hasta el momento el último LP de música nueva entregado por Juana Molina.
Grabado entre su estudio en la localidad de Pacheco (en el conurbano de la provincia de Buenos Aires) y Sonic Ranch de Texas (Estados Unidos), Halo representó un paso adelante hacia el abismo sonoro-experimental que caracteriza la obra de la inclasificable artista argentina. Además, en canciones como “Paraguaya” —que abre el álbum—, “Cosoco” o “Estalacticas” el repertorio de Juana encontró desde entonces tres momentos centrales para su música en directo.
Exhalo
Hoy, a más de siete años de su lanzamiento, los sellos discográficos Sonamos y Little Butterfly Records entregan Exhalo, un EP de 4 temas registrados durante las sesiones de Halo.
Lado A:
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Astro de luz segunda (inspirado en el “Poema de la luz segunda” de Macedonio Fernández)
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Vagos lagos (incluida en la edición japonesa de Halo)
Lado B:
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Invierno
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Hope
Cuatro surcos que escapan a la categoría de out-takes y que, por supuesto, persiguen la estética que parecía obsesionar a Juana en 2017: gestos mínimos, rítmicas y texturas sofisticadas, melodías imprevistas y un mundo armónico insólito para el universo pop. Aquí hay cuatro composiciones y cuatro performances que tranquilamente podrían haber integrado «el Halo oficial» y que por los extraños (o indescifrables) procesos mentales de los artistas quedaron relegados del corte final.
Ahora sí, con la aparición de Exhalo, la película de Halo parece completa y definitiva. El artefacto ideal para esperar por la nueva música —“esa criatura extraña y hermosa”, según la definición de la NRP, la radio pública de Estados Unidos— de Juana Molina, anunciada para 2025.
La ilustración de cierre pertenece a Setton González