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Gaseados y cagados a palos en Miami - Sacate la Gorra - OYR

Gaseados y cagados a palos en Miami

28/07/2024

En esta vida, dónde todos quieren ser raros, influencers, y el diferente en las redes sociales, tener en tu pasaporte las fechas de la previa y posterior final de la Copa América 2024, es señal de tocar el cielo con las manos. El glamour de Miami, la ciudad gobernada por la derecha americana y que Ricardo Fort nombró en cuántos programas apareció, incluye un nuevo perfume y atractivo: gas pimienta y represión policial.

Ingenuas almas que empeñaron hasta sus órganos vitales para asistir a la gran final, pensaron que en el país dónde todo funciona a la perfección (hasta que un francotirador aparece de la nada y atenta contra un candidato presidencial) iban a asistir a un evento de nivel internacional como si entraran a un outlet de compras. La mayoría de las pseudo estrellas argentas van a estos centros de ofertas, porque en los lugares originales les ponen el cartelito de la casa se reserva el derecho de admisión. Es decir: las tarjetas, a no ser que seas Sofía Clérici y uses la de Insaurralde, o sea, la nuestra, no es desenfundada con rapidez por estas nuevas celebrities que invaden los canales de streaming. Lo mismo sucede con actores y modelos que viajaron gracias a las marcas auspiciantes para realizar los famosos actos de presencia.

El ejemplo más claro de ello, fue la discriminación a Abel Pintos en pleno campo de juego, que lo dejó con el aire suficiente para cantar el recorte del himno nacional argentino. La locutora después puso en claro, que la estrella internacional, la que tenía un Grammy, era Karol G. Un dato que marcó el cronómetro, es que el himno de Colombia, tuvo una duración mayor al nuestro. Perdieron al futbol, en este aspecto a llorar a las plantaciones de café, pero Shakira, a pesar del playback y de todo lo que se habló sobre su actuación en el medio tiempo, tuvo sus 20 minutos de fama y volvió a poner en los primeros planos a Bizarrap, el gran cerebro argentino, que todo lo que graba es oro. Si bien Gonzalo Julián Conde, el hincha de Vélez Sarsfield sigue generando divisas y también produciendo, verla menear a la colombiana sobre el escenario montado en la gramilla verde sintética, era señal de que Biza merecía su ovación en ese estadio.

 

 

La música, los gases y los palos hicieron olvidar las palabras que no expresó el pueblo, sino Marcelo Bielsa. El rosarino, el eterno perdedor, para gran parte de un periodismo carente de educación, se inmoló en la conferencia de prensa después de haber perdido con Colombia, poniendo al descubierto el negociado de los muchachos que comandan la CONMEBOL. Lo hizo después de una gran trifulca que incluyó golpes de puños entre jugadores de Uruguay y aficionados colombianos. Si de algo saben los americanos es de espectáculo. Por eso, el famoso minuto a minuto que manda en la vapuleada televisión se hizo poderoso con este tipo de eventos fuera de programación. Por suerte, Luis Suárez, el eterno goleador, quien además de romper redes, con la adrenalina que le sobra después de festejar cada tanto, también atiende a la mujer de Messi, selló el empate y mandó a la selección charrúa a los penales contra Canadá. El “Loco de Rosario”, el que donó los dólares para que su querido Club Atlético Newell’s Old Boys tuviera su propio hotel para concentrar era un tsunami de alegría y la “Pulga”, a quien los llamados periodistas le hicieron fama de cargar un arma de gran tamaño entre sus piernas, por lo visto también estaba feliz. Hasta el momento, el capitán de la selección argentina no se expidió sobre el tema, pero siempre está el dilema, si el que calla otorga o el que habla es porque está sucio, o en caso de estar limpio se termina embarrando. Lo bueno es que sólo algo hinchado tiene: el tobillo. El tiempo dirá si ese análisis no semiótico de Antonella apoyando su mano en la de Luis tuvo una línea de tiempo en los culebrones de los pocos programas chimenteros que quedan en la televisión y en las redes sociales. Como expresó en algún momento el Bambino Veira: “El fútbol, como la vida, es un estado de ánimo.”.  De haber estado este gran sabio del juego de once contra once sentado en el banco de Uruguay en lugar de Bielsa su respuesta hubiera sido más sencilla y directa.

Bambino, ¿cómo está el campeonato hasta acá? “El campeonato? Misterioooso, nene.” Se acabó la polémica.

El que estaba transpirado y al mejor estilo feudal se hizo secar la nuca por un directivo de un club de fútbol, y a la vez asistente, fue el Chiqui Tapia, el presidente de la AFA. Menos mal que no salió una fake news que además le soplaban la nunca, porque ya todos los clubes de Argentina estarían privatizados o en manos de magnates con dinero de procedencia dudosa. Javier, salgo con Yuyito porque soy el león, vio esa foto e inmediatamente dio precisas instrucciones para hacer que los clubes se conviertan en sociedades anónimas. Javier no sabe, que el power del turco de Anillaco, está en todas partes.  Las especies de plagas empezaron a aparecer: los jugadores triunfantes entonaron un canto con estrofas xenófobas y encima se filmaron. Enzo, el del Chelsea, que fue el que publicó el video y después lo borró, cayó en desgracia, no se sabe si va a poder volver a Inglaterra. En caso de hacerlo, será sancionado. El secretario de deportes de la Nación tuvo que renunciar y Victoria, la vicepresidenta, entró en conflicto con Karina y su hermano. Como si esto fuera poco, apareció Lilia Lemoine y habló de sobar la quena. No vi en las tribunas, ese instrumento de viento, pero tal vez, sea la nueva perlita de los hinchas libertarios. Como si esto fuera poco, el dólar subió al igual que el riesgo país y los mercados empezaron a hacer tambalear los cimientos de una economía en recesión, pero que el gobierno tiene como caballito de batalla cuando el índice de inflación muestra una baja.

En síntesis: fuiste a Miami, gastaste un montón de dólares, te gasearon y reprimieron, viste el partido con varias personas que estaban en el mismo lugar que vos sin pagar nada y cuando regresaste a Ezeiza, te enteraste que el costo del viaje se había incrementado. Pero, la victoria tapa todo. Argentina es campeón de la Copa América, la réplica del perfume que compraste es superior al que venden los africanos en cualquier calle de por aquí y hoy estás viendo si vas a poder entrar al país del norte, porque si de algo los americanos dan fe, es que los que las hacen las pagan. Prestá atención al correo, ya sea el electrónico o el que te llega a tu casa, para no decir, epistorlar, porque empezaron a enviar las claudicaciones  de las visas.  Cuando esto último te suceda, recordá que dios bendice a América, perdón me corrijo, a Estados Unidos de Norteamérica; a nosotros, los americanos del sur, el gauchito que no es ningún gil.

El Indio que habló que su público no conoce el sold out, al igual, que los colombianos y argentinos que se dieron cita en el Hard Rock Stadium, volvió a ser tapa nuevamente porque siempre hay que recurrir al monje que dijo que el futuro llegó hace rato. Pero, a diferencia de él que hacía alarde que en un solo concierto reunía 160 mil personas mientras otros grupos tenían que hacer varios shows, no hubo dos muertos y 25 heridos como si los tuvo él en Olavarría. Nunca hay que hacerse el pijudo porque después los cuernos te crecen y los vapuleados terminan siendo reyes. Sino pregúntenle a Trump, que lo quisieron bajar, pero el que terminó diciendo out fue Biden.

Cuando uno llega al aeropuerto de Miami tiene que saber que pisa la tierra del gobernador Ron De Santis. Entre los grandes logros del amigo Ron, figuran su disputa con Disney, uno de los mayores empleadores y contribuyentes del estado, además de leyes como la prohibición del aborto , la pena de muerte o la conocida por sus oponentes como “no digas gay”, sumado al manejo que dio a la pandemia de covid-19 en un estado que ocupó el tercer lugar en muertes totales después de California y Texas, poniéndose en contra de la mayoría de las restricciones que establecía el manejo nacional de la crisis sanitaria. “En mi primer año como gobernador promulgué la ley de mayor expansión de opciones escolares en cualquier parte del país. Firmé una prohibición de las ciudades santuario. Y a través de mis nombramientos, pude moldear la Corte Suprema de Florida: de ser una de las cortes más liberales de la nación a ser una de las más conservadoras”, dijo. De Santis está en su segundo mandato y se bajó de la carrera presidencial de los republicanos para darle el voto a su preferido Donald Trump.

En la viña de este señor, argentinos y argentinas, gran parte, falsos progres, celebran la libertad de vivir en la tierra soñada dónde no hay un papel en la calle y dónde las leyes se respetan. En el suelo de este señor, colombianos y argentinos entraron sin pagar al estadio. En este estado, ciudadanos de este punto de América del Sur, que fueron en busca de una nueva vida, impusieron la moda del robo de estéreos de autos. Pero, como dije en uno de los párrafos anteriores, el que las hace las paga. Ron quedó como él quería. En mi estado la ley se cumple. Alejandro Domínguez, el presidente de la CONMEBOL, quedó como lo que siempre fue, un improvisado, una persona que fue tocada por la varita mágica de un grupo de facinerosos como el Chiqui Tapia, que cree que el triunfo final no es de los jugadores y el cuerpo técnico sino también de la Difunta Correa. No voy a poner en juego las creencias religiosas ni las cábalas, porque siempre en algo uno tiene que creer. Lo único que voy a decirles a modo de cierre: Sacate la Gorra y en caso de que no la tengas, no te la pongas. De gorra y vestidos de azules en este país como en el del norte, sobran.

 

Puertas de Hard Rock Stadium - OYR

 

Escribió con las últimas neuronas vivas: Carlos Rolando

Corrigió y no opinó: Matías Lapezzata

Diseñó pensando en la plata de impresión y no en el vuelo creativo: Marco. J Lío

Supervisó sin poner mano dura: Sandra Peralta

Los que colaboraron en este fanzine no se hacen responsable del texto. Lo hicieron bajo los efectos del vaho lacrimógeno que expedía la muestra de perfume que repartían en la peatonal de Córdoba. En el mismo decía: Made in Miami.

 

 

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