Alejandro Simionati escribe 1 año sin música

14/12/2021

Estudio de diseño de Horacio Bevaqua:

“Tengo un libro para la redacción de otrasyerbasrock.com, que lo diseñé e imprimé yo. Espero que les guste”.

Redacción de otrasyerbasrock.com:

Un libro de reseña de discos que marcaron un momento, una situación dada de una persona que descubrió el rock a los 11 años, cuando escuchó Epic de Faith No More.

 

Conocemos a Alejandro Simionati

Entrevista 🎧:

Así escribe

1 año sin música

“Las ideas necesitan levadura: levadura cordial para que leuden en la memoria” de Juan Filloy.

Jane‘s Addiction: Nothing’s Shocking (1988)

Esto era la verdadera música alternativa (algo alterno a la música, lo otro, lo que subyace a la música principal, en este caso). Se podría decir un ejemplo obvio, de que la bandera lo alternativo lo encarnó Nirvana con Nevermind (1991). Por un breve lapso de tiempo. Hasta que esta corriente de bandas alternativas se integraron a la música mainstream. Esto duró lo que la bala tardó en pasar por el cerebro de Kurt Cobain (perdón si soy duro pero me parece que es así). ¿Existe hoy la música alternativa, por supuesto es cuestión de buscar un poco por youtube o spotify (tan sólo un poquito, nada más) y googlear John Zorn o Mike Patton (mis favoritos) a la hora de plasmar otro tipo de propuesta, más arriesgada, más difícil, si se quiere, pero que vale la pena, seguro. Hay que salir de nuestra zona de confort y arriesgarse a cosas nuevas. O viejas como, en este caso que me sigue resultando fascinante.

El disco

Después del auspicioso debut de la banda el año anterior (1987), ficharían con un sello importante en este caso Warner Records. Se despachan uno de los mejores discos de la década de los 90. El caso de este Nothing´s Shocking (Nada es impactante). Y en realidad es todo lo contrario cada uno de los temas están producidos de forma que impacten. Lo primero que shokea (no se si está bien escrito) es la voz de Perry Farrell. Entre femenina y masculina, única, entre un grito y un aullido con un timbre de voz, muy difícil de imitar o igualar. “Up in the beach” se despliega como una costa en que la magnificencia de la instrumentación en su conjunto:  batería, bajo y guitarra, no tapa ninguna de los 4 instrumentos (incluyo la voz) sino que con una armonía inquietante se desplaza. La letra es simple como el agua “Aquí vamos ahora… hogar… hogar… hogar…”. Como un azuelo para ser mordido con el siguiente tema que es “Ocean´s size”. “Ojalá fuera del tamaño del océano/ No te pueden mover/ Nadie lo intenta/ Nadie te tira/ Fuera de tu agujero/ Como un diente que le duele la mandíbula” dice Farrel en la letra de “Ocean…”. Y si mordiste el anzuelo ya estás cautivado. “Had a dad” se le pega y es un tema punk? Rockero? Funk? Cuesta escuchar la influencia y eso es lo que me sigue gustando de esta banda: me sigue generando más preguntas que respuestas. En “Ted, just admit it…”. La que trata sobre el asesino serial Ted Bundy (hay varios documentales en Netflix). Lo refleja de la siguiente manera: “La T.V. tiene esas imágenes/ T.V. los tiene todos/ ¡No es impactante!/ Cada media hora/ Alguien es capturado y/ El policía los mueve …/ Es como el programa anterior/ La noticia es/ Solo otro show/ Con sexo y violencia”. ¿Un reflejo de estos tiempos? Me parece que si. Después se le pega “Standing in the shower… thinking” con una letra que hace pensar en algo sumamente cotidiano como tomarse una ducha: “De pie en la ducha pensando/ Sobre un hombre que conozco que no me quiere/ No le gusta el lugar al que me dirijo/ El mismo lugar al que se dirige …/ Sé que me adelantaría/ Si pudiera pero no lo hará/ Pero el hombre/ Si él pudiera…/ Y el agua está muy caliente … / El agua está muy caliente/ Late en mi cuello/ Y me estoy orinando encima …”. Luego con “Summertime rolls” la lucha entre el artista y el que escucha se detiene pero no para. Seguimos enganchados. De ahí en más la seguidilla de canciones sigue en la lucha pasamos de “Mountain song” hasta llegar a “Jane´s says” el primer hit e himno de la banda. Es un tema pop con aires Hawaianos. Y si no estamos rendidos ante tanta maestría musical, ya no sé que más decirles. “Pigs in zen” culmina la batalla somos capturados pero devueltos al océano como un verdadero pescador. Es así como tiene que ser. Devueltos al gran océano de la música en la que el pez es comido, en este caso por el tiburón. La ley de la naturaleza a pleno.

Podés conseguir el libro de Alejandro Simionati escribiéndole por Messenger a través de su muro de Facebook.