ON THE ROUTE RADIO
ON THE ROUTE RADIO

Cine in the Jar

El hombre de los sueños - portada - critica Matias Lapezzata - OYR

Nicolas Cage en el escenario de los sueños

02/02/2024

Habiendo actuado en más de cien películas, no es posible encontrar una lógica en las derivas del sinuoso camino que condujo a Nicolas Cage desde su primer rol hasta nuestros días. A simple vista, lo único que se puede decir a ciencia cierta sobre su carrera como actor, es que por cada papel que ejecuta, parece destilar una pasión que no distingue género, producción, tema ni forma, y que lo atraviesa encarnando un hambre que le toma el cuerpo y lo vuelve la expresión de aquello que rebalsa, que se excede, que busca alimento de película en película, aún allí donde no hay nada.

Protagonista de algunas gemas de culto, como Educando a Arizona, de los hermanos Cohen, Corazón salvaje, de David Lynch, o más cerca de nuestros días, una fantasía lisérgica como Mandy, de Panos Cosmatos, supo también protagonizar películas que quedarán en la memoria al haber ganado el mote de las peores producciones de la historia, al menos de nuestro tiempo. Pero en cada una de ellas Cage se compromete y enaltece el oficio de actuar.

 

Nicolas Cage - El hombre de los sueños (2) - OYR (1)

 

En la antigüedad clásica, un oficio era lo que estaba ligado al quehacer del artesano, que creaba con su saber algo útil para la vida, mundano y que por ello quedaba excluido de lo que hoy podríamos denominar alta cultura. Pero el actor de cine es parte de un todo que es más que la suma de sus partes: la película misma, que ostenta la firma de quien la dirige y que puede hacer trascender y elevar una actuación a través del ojo de la cámara, aunque no siempre suceda y ni siquiera sea necesario. Para el caso, siempre vale recordar el origen popular del cinematógrafo, cuando a finales del siglo XIX no era más que un entretenimiento, una curiosidad sin futuro como parte del programa de las ferias itinerantes, y ni siquiera existían los nombres propios para quienes trabajaban en ellas. El modo en que por momentos el nombre de Nicolas Cage se diluye en la historia de sus estrenos, parece de algún modo encarnar esa vuelta al origen, al oficio por fuera de la autoría, integrado a la vida como una acción más, casi como si fuera igual que respirar, comer o andar.

El señor de los sueños, según el título con que Dream Scenario, la ópera prima de Kristoffer Borgli que acaba de estrenar en las salas locales, nos reencuentra con Cage en una actuación justa y notable por su economía y presición, que mereció hace pocos días los elogios de su tío, el director Francis Ford Coppola.

 

Nicolas Cage - El hombre de los sueños (1) - OYR

 

En esta historia, Cage le da vida a un apocado profesor universitario de escasos logros y aún menos trascendencia, cuya vida da un vuelco al comenzar a ser protagonista de los sueños de las personas. Primero en su núcleo familiar, luego en su entorno laboral y más tarde a lo ancho y largo del mundo, en algún momento, alguien soñará con él, que pasará de este modo a ser conocido a nivel planetario. En un primer momento, la fama adquirida pareciera brindarle una nueva oportunidad en la obtención de algunos asuntos postergados: un libro, la promoción de su tesis y de sus ideas. Pero cuando los sueños que protagoniza a pesar de sí, se vuelven pesadillas, su mera existencia se volverá un problema y un arma de doble filo.

Más allá de las vicisitudes que la película narra en torno a los avatares, los pro y los contra de la fama en este mundo hiperconectado, conviene señalar el gesto de Borgli, que retoma un tópico como el de los sueños, presente en el cine desde sus comienzos, pero desde un lugar novedoso. ¿Qué pasa cuando una experiencia colectiva, que no tiene causa aparente, implica a un individuo? ¿Cómo se relacionan nuestros sueños con el orden de la realidad diurna? Y más aún, ¿qué se puede hacer con nuestros sueños? Hace unos días, el CEO de Netflix expresaba en una entrevista que su empresa, que domina el mercado mundial del streaming, tiene un solo objetivo todavía por conquistar: el sueño de los usuarios, único momento en que alguien no puede estar conectado a una pantalla. De modo involuntario, El hombre de los sueños esboza una distopía a modo de respuesta. Para nada tranquilizadora, por cierto.

Crítica de Matías Lapezzata

 

 

 

Comentarios
  1. Virginia Peralta

    3 mesesAtrás

    Ya quiero ver esta peli. Me encantó el paseo memorioso por la vida de Cage… Siempre valoré su decisión de elegir su apellido materno para evitar citas y comparaciones pero, en este caso, la opinión de su tío suma y adquiere peso. Hay que verla…