ON THE ROUTE RADIO
ON THE ROUTE RADIO

Destacados

Ricardo Iorio - portada - OYR

Del más allá nos mira Ricardo Iorio. Que en paz descanse

25/10/2023

Ricardo Iorio, uno de los máximos exponentes del heavy metal argentino, murió en la mañana del martes, a los 61 años. Estaba en su casa, ubicada en una zona rural de Coronel Suárez, cuando sintió un fuerte dolor en el pecho. La noticia la confirmó su abogado, Juan Ignacio Vitalini, a la radio Rock&Pop, y minutos después se conoció el parte oficial.

 

Parte Medico

Ricardo Horacio Iorio había nacido en Ciudadela, en la provincia de Buenos Aires, el 25 de junio de 1962. Su carrera como cantante y compositor es muy extensa. Fue uno de los impulsores del metal argentino y fundador de bandas icónicas como V8, Hermética y Almafuerte. Luego, lanzó su carrera como solista. Actualmente se encontraba recorriendo el país.

Su último show en vivo fue hace diez días, en Rosario, el 14 de octubre en el Anfiteatro Municipal, en el marco de su nueva la gira federal llamada Unas Estrofas Más, con Almafuerte. “Acá estamos, en Rosario, en los campos, los llanos. El día del maldito eclipse, el sábado, vamos a estar ahí para avivar la llama del héroe que hay en cada uno de nosotros”, expresó Ricardo en el último video que se publicó en las redes sociales. “A ver si nos encontramos con los de la región y todos los que quieran arrimarse. Ya saben que las canciones están hechas y con esta banda tan ajustada que tengo que somos una cosa incorregible. Un saludo para todos”, cerró Iorio.

 

MURIÓ RICARDO IORIO: Su abogado se lo confirmó a Martín Ciccioli 🎧

.

Cada día Mejor (Educación) 900 x 350 px

 

Carlos Rolando, redactor de otrasyerbasrock.com, de alguna manera le rinde homenaje a este poeta del metal argentino en su primer libro NoSoyRock, hablando sobre su paso con Hermética por San Francisco, una ciudad del este cordobés, ubicada a 200 kilómetros de Córdoba capital y con una calle que la separa de Santa Fe.

En este texto también habla de Juan Tini, un escultor, docente, de esa ciudad que le regaló una replica de su persona en formato obra de arte. Hoy, Juan y Ricardo se están encontrando en el más allá, brindando y bebiendo un vino como lo hacían en el club Unión Social de esa localidad cordobesa.

 

Dice el texto:

La que me viste

Busco una mirada. Busco una palabra. Ella me mira y no dice nada. Yo la miro y tampoco expreso nada. Mi timidez me vence otra vez. Tal vez ella también sea tímida. Hoy no pude decirle nada. Tal vez no haya un mañana. Otra vez una vidriera me separa.

Ella es la que me dice qué remera, pantalón o zapatilla llevar. Yo soy uno más de los tantos clientes que entra al negocio donde trabaja. Nunca supe su nombre. Ella sólo recuerda el mío cuando la computadora se lo marca. Ella sonríe cuando me ve. Yo sólo atino a decirle que me sugiera de lo que estoy buscando. Son pocas las veces en las que compro ropa al año. Son pocas las veces en las que la veo.

Una vez en una reunión de amigos me quisieron dar su nombre pero me negué a saberlo. Una vez fui al negocio y no la ví. Esa vez compré lo que no buscaba. Ella no me había atendido. A ese día lo recordaré como la primera vez que envidié a una persona. Ese personaje había comprado lo que sí buscaba.

Otra vez la vidriera va a separar mi mirada de ella. Ella no sabe que estoy, como yo tampoco sé que está ella. Hay gente en el negocio. Hay gente caminando por la vereda. El sonido que tengo en mi cabeza no es el de una canción. Son autos y motos que presagian que la economía de la ciudad repuntó. Comienzo a reír. Mi corazón está feliz porque, gracias a un ingreso extra de dinero en la gente, ella va a incrementar su salario por las comisiones de las ventas.

Otra vez vuelvo a casa triste. Otra vez la vidriera me separa de ella. Otra vez en mi interior resuena la canción “Asleep” de los The Smiths. Otra vez quiero ser ese chico que le dice a su mamá que no lo despierte hasta que el mundo esté mejor. Otra vez parafraseo a Sumo pensando en esa mujer que no está detrás de un vidrio empañado y con la que sería mejor hablar de ciertas cosas. Pienso que un tornado no arrasó mi ciudad pero sí mi cabeza y que tal vez la mejor flor que tuve en mis manos no haya sido para fumarla sino para regalársela.

Otra vez vuelvo a pensar en lo difícil que es ser heavy en la ciudad donde los bancos sudan dinero y los autos importados se agolpan en los semáforos.

Otra vez pienso que estoy en la ciudad en la que Ricardo Iorio juega de local, en la que es fácil ser un Gil trabajador como cantaba con Hermética y que “Sé vos”, la canción que canta con Almafuerte, es el mejor homenaje a los heavies.

Otra vez me pregunto si no sería más fácil invitarla a salir que lidiar con estos pensamientos. Otra vez me contesto que nunca fui heavy. Vi a V8, Barón Rojo, Orions, Riff, Hermética, Iron Maiden y Almafuerte, entre otros, pero nunca viví, ni disfruté ese sentimiento del ser nacional, del ser heavy metal en la Argentina.

Tomé ginebra y soporté el olor nauseabundo que viene de los baños producto del vino barato que hace estragos en los estómagos. Me indigné cuando vi la bandera de nuestra patria en el escenario o entre el público, como si esto marcara nuestra identidad o hiciera más fuerte al estilo. Me pongo triste cuando cada vez que hay un festival heavy en alguna ciudad, llueve, hay paro de colectivos o algo sucede. Pienso en ese chico o chica que juntó las monedas cada día, que tal vez caminó doscientas cuadras para ver a ese grupo que le va a decir lo duro que es vivir en esta tierra. Pienso en la letra de Destrucción, ese gran himno que tiene el heavy nacional y que escribió Ricardo Iorio. Pienso en que yo tampoco creo en nada. Que nadie cree en mí. Que la destrucción que busco llegó hace rato en una sociedad con cada vez menos educación.

Otra vez una bocina me devuelve a la realidad. Otra vez pienso que el día que la invite a salir y me diga que sí, se termina la magia. No va a sonar Almafuerte ni Hermética. Seguro que en el lugar al que iremos, la gente con remeras rockeras no estará. Otra vez me voy a quedar pensando en el artista local que le regaló una estatua a Iorio. Otra vez una gran pregunta quedará en el olvido. Otra vez me voy a quedar sin preguntar: ¿Qué música escuchás?

 

 

Podés leer no soy rock haciendo click:

https://www.otrasyerbasrock.com/wp-content/uploads/2021/04/nosoyrock-Carlos-Rolando.pdf

 

Conciencia de fuego - Provincia Córdoba

Comentarios