Cortázar y otras yerbas jazz
12/02/2019
Hoy, 12 de febrero del 2019, se cumplen 35 años de su entierro en el cementerio de Montparnasse y más de medio siglo de la publicación de Rayuela y Bestiario. Se nacionalizó francés, como protesta ante la toma del poder de las diferentes juntas militares en Argentina y nació el 26 de agosto de 1914, en Bruselas, Bélgica, donde su padre se desempeñaba como funcionario diplomático de la embajada argentina. Por entonces la ciudad estaba ocupada por los alemanes y el itinerario de los Cortázar estaría signado por el devenir de la Primera Guerra Mundial. Lograron instalarse un tiempo en Suiza y más tarde en Barcelona antes de que la familia pudiera regresar a Buenos Aires, cuando Cortázar tenía cuatro años. De esta primera etapa de su vida, le quedó la “r” afrancesada, que arrastraría durante toda su vida.
Algunas genialidades pronunciadas por él:
“Las palabras nunca alcanzan cuando lo que hay que decir desborda el alma”.
“Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos”.
“La explicación es un error bien vestido”.
“No renuncio a nada, simplemente hago lo que puedo para que las cosas me renuncien a mi”.
“La cultura es el ejercicio profundo de la identidad”.
“¡Música! Melancólico alimento para los que vivimos de amor”.
“Cómo cansa ser todo el tiempo uno mismo”.
“Estar vivo parece siempre el precio de algo”.
Recordando a Julio. El jazz, poemas, Rayuela, su forma de escribir y el tiempo