Public Enemy: 30 años de “It Takes a Nation of Millions to Hold Us Back
29/06/2018
Puesto en las bateas de las disquerías de todo el mundo, el 28 de junio de 1988, Public Enemy’s “It Takes a Nation of Millions to Hold Us Back”, abrió camino tanto en sus técnicas de producción experimental como en sus letras de conciencia social. Cuando a Chuck D, líder de Public Enemy, se le preguntó sobre el objetivo del álbum, no dudó en responder: “Nuestra única intención es destruir la música”.
Las letras de Chuck D son agudas y rebeldes, criticando a la corrupción política y las injusticias sociales que aún resuenan 30 años después. Dice Chuck D: “esa es mi obligación y deber, usar el medio que llega a la gente para traer un cierto punto o problema que está escondido para la discusión. Y eso es lo que hicimos “. “¿La gente cree que se despertó ahora?. “Yo lo hice 30 años antes y aún continúo despierto”.
El proceso de grabación
Hank Shocklee, es uno de los creadores del sonido de Public Enemy, conocido como Bomb Squad. En el estudio, buscaron en la colección de más de 10.000 discos que Shocklee tenía, cualquier sonido que pudieran samplear, desde ritmos de batería hasta discursos, comentarios y distorsión. Shocklee describe este proceso como “una tarea muy tediosa e increíblemente ardua. Pasar y escuchar cada pequeño golpe, pequeño chillido, fragmento de voz, cada pequeña cosa posible que podían usar en el proceso creativo de este disco”.
Los registros de sampleo seguían siendo un territorio nuevo en 1988, y aunque la mayoría de los productores de hip-hop de la época, sólo tomaban muestras de uno o dos discos por turno, Bomb Squad creaba capas de sonido extremadamente densas utilizando innumerables muestras y técnicas de procesamiento experimental.
El álbum, que fue lanzado al mercado por Russell Simmons y Def Jam Recordings de Rick Rubin, se grabó principalmente en los legendarios Chung King Studios, mientras que otras sesiones incluyeron Greene St. y Sabella Studios en Nueva York. La producción fue realizada exclusivamente por Hank Shocklee y The Bomb Squad. En agosto de 1999, el álbum fue disco de platino y se encuentra entre los 500 mejores álbumes de todos los tiempos, según la revista Rolling Stone.
